Manu desdentado, Nil autosuficiente, y Lúa supo lo que significaba por fin aquello de lo que llevábamos hablando desde hacía tanto tiempo. Llegó el 15 de enero, sin avisar y en contra de lo que yo creía pasaron dos cosas curiosas: 1.- que yo no sentí ni un ápice de esa pseudotristeza rara que te viene cuando ves que tus hijos se hacen mayores, y 2.- que todo fue rodado :). Mejor dejo de escribir sobre el tema, porque prometí no hacerlo ;).
Mención especial merece Manu, al que en dos meses se le han caído 5 dientes, entre ellos los dos incisivos superiores, cuyos agujeros han pasado casi desapercibidos porque nada más caerse el diente, asoma una raya blanca que crece a razón de un par de milímtros por día. ¡Y es que tiene un metabolismo espectacularmente veloz!
Y aunque Nil no ha tenido un cambio fisiológico aparente, merece la pena destacar que empieza a crecer :). Lo percibo. Os dejo con una foto bailando claqué:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario